Ladrillazo

Como un año después de “El episodio de la letra” y después de haber pasado un invierno congelados en mi casa, decidimos poner los medios oportunos y así poder trasladarnos del “ala oeste” al “ala este” de la casa sin que te castañearan los dientes y sin que nos saliera vaho al hablar, poder colgar el abrigo en el armario y no llevarlo todo el día puesto, olvidar el gorro, guantes y calcetines a la hora de dormir, sin amanecer pensando que la ducha era un “iglú” con refrigeración.
Después de informarnos de todo tipo de calefacciones, nos decidimos por “acumuladores de calor” que nos pareció la opción más acertada. Hicimos el contrato, y como a la semana vinieron los aparatos. Me los pusieron todos en una habitación que estaba vacía y me dijeron que en pocos días vendrían a instalarlos.
Pasaron unos días, y una tarde a la hora que empezaba a oscurecer,7 p.m. aprox. (ya sabéis en las condiciones que estaba mi barrio en aquellos entonces, aunque sigue igual, ha cambiado poquísimo….) llegando al portal, me encuentro dos individuos ¡ con una pinta! Pelo encaracolado, cadena de oro al cuello, camiseta de tirantes acompañada por unos brazos que cada uno era como mis dos muslos juntos y por supuesto tatuados, pantalones marcando…bueno. Como yo tenía quince años menos…pasé temblando, y ellos por supuesto me dijeron todo tipo de piropos con un estiloso vocabulario salvaje. Entré al portal, subí corriendo por las escaleras y llegué a la casa a salvo; no llevaba allí un minuto cuando suena el “portero”; me acerco y, como era “video portero”, me encuentro la cara de los dos individuos. Pienso: ¡ Ni contestar, como si no hubiera nadie! Me giro y de nuevo un timbrazo con todas sus fuerzas, ¡madre mía éstos como mínimo me quieren violar!, me han acechado, saben mi piso…..Mi neurosis genética se activa… nada, que no paraban….Descuelgo el “portero” y, con un hilo de voz, pregunto: ¿Quién es?. Me dice uno de ellos: usted es Paula… Sí, le digo aterrorizada….. Me dicen: Aquí tenemos un camión de ladrillos para usted…..¡Madre mía! ¿Cómo que un camión de ladrillos? Si yo no estaba de obra….yo diciendo que no había pedido nada que debía de ser una confusión ….Ellos, indignados: ¡¡ cómo que una confusión!!! ¡Baje ahora mismo a verlos!… Yo pensando en la “violación” y negándome en rotundo…. Ellos: ¡Mire usted que venimos de “Graná” y llevamos toda la tarde aquí! ¡Y en el papel que llevamos pone que es para el 2ºE! ¡Baje o abra que subamos!!
Llamo a mi hermana, que como siempre es mi salvadora, que es una bendita, le cuento lo que me está pasando, que venga, que estoy aterrorizada….y cuando llega bajamos las dos.
Los individuos al verme, pusieron una cara, ¡¡¡¡pensando en las barbaridades que me habían dicho una hora antes!!!. Muy finos y con cara de circunstancia me dicen: “Señora” estos ladrillos (indicándome el camioncillo) creemos que son para usted….Yo les digo: Pero si yo no estoy haciendo nada que necesite ladrillos…¡¡Pues usted sabrá!! ¿No ha hecho cambios últimamente??. Mi hermana me dice lo de los acumuladores, y claro, caigo que lo que acumula el calor dentro del radiador ¡¡¡son los ladrillos!!!! Subieron muy respetuosos con su carga y sus pintas y la casa se quedó llena de ladrillos….Y yo, con mi remordimiento de mal pensada y con prejuicios…..,me quedé pensando en el ladrillazo mental que me había montado!!!!!

¡Regarder la Gilipollúa!

Llevo mucho tiempo “mutis”, sin duda no es mi culpa, he entrado en una etapa de desconcentración total; por supuesto genéticamente neurótica , obsesiva compulsiva... ,y no es por mi culpa…..este estado de idiotización es debido al mundo adulto que me rodea y que no mueve ni levemente un dedo para hacerme la vida más fácil.

Tengo una pregunta que desde pequeña me está pinchando y ya ha llegado a convertirse en alambres: ¿El género humano conforme va cumpliendo años es más imbécil? Porque yo siempre creí que un adulto, por el mero hecho de serlo, ya era sabio ; todo eso conllevaba que yo les tuviera respeto. Pero descubro que no , que todo lo contrario: los defectos se acentúan con la edad, y el egoísmo, la tontura, el egocentrismo..., creerse más que nadie, desprecio, pisoteo, falta de consideración , ser pesadísimo/a, gorrón/a, aburridos/as, una trola detrás de otra y acaparar a todo el que respire sin piedad y relatarle durante eternas horas lo maravillosos que son, y que sería el mundo sin ellos, etc, etc , está abanderado por el mundo adulto, y con esto no quiero decir que en otras facetas de la vida no se sea igual. Pero yo, a la infancia y a la adolescencia las perdono, las considero etapas de aprendizaje y crecimiento en donde se deben corregir los defectos(mucha gente lo consigue, lo reconozco no voy a ser tan radical) y no acentuarlos hasta convertirse en auténticos cáusticos vivientes.

¡Por favor! Que agobio, vayas donde vayas, aparecen adultos con cada historia donde la realidad supera la ficción: de repente personas con más años que un nudo, que las considerabas serias, cumplidoras e inteligentes, te vienen con una historia que te dan ganas de llamar a la policía, denunciarlas y que le apliquen cadena perpetua y un día.

Sé que me estoy poniendo muy intolerante y muy bélica y que me estoy comportando como uno de esos adultos a los que tanto critico y que están dentro de todas las categorías, incluídos políticos y religiosos, pero todo esto me pasa porque estoy frita por contaros lo que me pasó el otro día desde las 5 p.m hasta las 9 p.; y por culpa de que esto sea una ventana abierta al mundo y no poder dar nombres, me estoy mordiendo la lengua ¡por cobarde!¡Os vais a quedar con las ganas!

Paula