Os pongo en situación :
Donde vivo ahora ,fue el primer bloque que se hizo en el barrio ,en el 93. Pues yo, vivo al final,pegando a la vega, todo lo que había antes ,eran obras;no había iluminación ,calle sin asfaltar y solares . Fueron unos años difíciles, si se te hacía de noche en la" Plaza de las Palmeras" tenías que pedir un taxi, porque si no ,no había manera de atravesar aquello. Era oscuridad,perros ladrando y lo peor: mi imaginación .
Confieso que soy neurótica, además , mi hermana Belén con toda la naturalidad del mundo siempre dice: somos genéticamente neuróticas , por parte y parte.
Bueno, pues estoy en mi casa, recién estrenada, serían las 12 A.M. y llaman a la puerta.¡Me extrañó!,porque por aquellos entonces a nadie se le ocurría ir por allí a no ser que viviera(no venía ni el cartero).
Me quito los zapatos y voy muy despacio hacia la puerta , descorro la hojilla de la mirilla y observo, era un muchacho con pinta sospechosa,desde mi ojo era como los de "Cámara Café" (cabeza grande y cuerpo diminuto) con una cara impasible.
Detecta mi presencia (tras la mirilla),mi respiración,mi corazón latiendo, mi cobardía . Sabe que soy una mujer. Me dice ¡Oiga señora, que se le ha caído la letra!. Retrocedo unos pasos,mi mente calenturienta y genéticamente neurótica, empieza a cavilar ;¿La letra? ¿Será algún tipo de código?¿Querrá decir que se me va a caer el pelo?¿Me habrá llegado la hora? .Miro el teléfono ,a la vez que vuelve a sonar el timbre.¡Quedo paralizada!.Se oye de nuevo la voz ¡Señora que se le ha caído la letra! Esta vez, la voz suena ya , más cabreada,sigo de puntillas,aun sabiendo que el de "Cámara Café " lo detecta todo. ¡Otra vez! Pienso, voy a coger la guía de teléfono y llamar a la policía .¡No! ¡A mi hermana!,¡A mi "sposo"!(¿Por favor Señor que hago?):¿Por qué no tengo un cerrojo?Es lo primero que tenia que haber puesto (y no tanta "Mariconada").Suena de nuevo el timbre (¡Repullo!)pensamientos super irracionales.
Oigo:¡Bueno aquí se la dejo!.
Transcurre la mañana, me voy relajando, ni acercarme a la puerta; llega la hora de recoger a mis hijos del cole (eran pequeños), respiro hondo, miro por la mirilla,¡¡Campo despejado!!, el corazón se me va a salir.¿Estará escondido?.¿Serán más de uno?
Y....... ¡Abro la puerta! Me encuentro un cuadrado de madera, muy bien apoyado en el rodapiés , con una letra dorada, que pone "E" .¡ Lo demás........... ya se intuye!
PAULA
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